domingo, 1 de octubre de 2017

EL PARTIDO DEL SIGLO (parte 3)

(Parte 3)

(relator) “Gracias, estudios centrales. Djorkaeff la toca a la izquierda para Overmars, encara y pasa entre Zanetti y De Boer, va a entrar al área, tira el centro, ¡la para con el pecho Kluivert! ¡Va a tirar! Sale Barthez… la pelota le queda a Keane. ¡Gooooolllll! ¡Gooooolllll! ¡Gooollll del Astoooonnnn! ¡Roy Keane abre el marcador!” (entra Villaton) “Se prepara un cambio en el Resto del Universo” (relator) “¿Quién está en el banco? ¿Entrará Vieri? ¿Mijatovic?” (Villaton) “No, va a entrar Rvgy Azdkīē. Según el técnico del Resto del Universo, puede jugar en cualquier posición. Es ambidiestro, también ataja. Tiene doce años y es la estrella del Đpldt Kċµþ y la nueva promesa del fútbol jupiteriano…” (relator) “¿Me repetis el nombre? Bueno, no importa. La tiene Rivaldo. Se la pasa a Raúl. ¿Quién va a salir?” (Villaton) “Sale Matthäus” (comentarista) “Interesante variante. Saca un defensor. Seguramente este muchacho de Júpiter debe ser delantero. ¿Es cierto que por eso se llama Resto del Universo?” (locutor comercial) “El verdadero placer de manejar…” (interrumpe el relator) “Ya se hizo el cambio. La tiene Ehiogu, cerca del área. Pelotazo largo para el pique de Taylor: encara a  Maldini. Se frena, lo elude y va hasta el fondo. ¡Tira el centro, manotea el arquero, le cae a Overmars! ¡Se la pasa a Kluivert, dentro del área! ¡Va a tirar! ¡Peligro de gol! ¡Elude al arquero! ¡Canto gol, canto gol! Eh, ¿qué pasa? ¿Qué pasa?”

  
En ese momento, el jugador jupiteriano –flaquito, medio verduzco, viscoso, con un solo ojo en el medio de una larga antena, tres dedos en cada mano, una cierta fosforescencia en la piel– extendió un dedo y de él salió un rayo que atravesó el tórax de Kluivert cuando éste disparaba al arco. El árbitro inmediatamente cobró penal y decretó la expulsión del jupiteriano, quien volvió a extender su dedo y evaporó la tarjeta roja que esgrimía el colegiado. Luego el rayo descendió sobre el hombre de negro y lo hizo desaparecer. A continuación eliminó a los otros jugadores. Y los arcos. La tribuna seguía cantando “…aunque ganes o pierdas yo te sigo a todas partes…”. También fueron exterminados. Con el camino totalmente libre, el jupiteriano tomó el baló y huyó haciendo jueguito.

Los radioescuchas sólo recibían estática. Aún flotaban en el aire las últimas palabras del relator: “¿Qué pasa?”.

Dicen que el jupiteriano odiaba ir al banco.


(Fin de "El partido del siglo")

(ver parte 1)

(ver parte 2)

sábado, 16 de septiembre de 2017

EL PARTIDO DEL SIGLO (parte 2)

(Parte 2)

(sigue el relator) “Llevamos dieciséis segundos del primer tiempo. Siempre el Aston Villa con la pelota. La lleva Draper, cruza la mitad de la cancha. Levanta la cabeza y le marca el pase a Taylor, pero está atento Maldini y roba el balón. Sigue Maldini, elude a Djorkaeff, la cruza para Raúl. Éste la para, la pisa, la amasa, la muestra, la esconde, amaga, se resbala, se levanta y la toca a un costado para Rivaldo quien toca de primera para el pique del Piojo López, que encara a Ehiogu. Se le va por afuera en velocidad, ¡entra al área! La pide Ronaldo por el centro, pero sigue López, engancha para adentro, pasa de largo Draper, sigue López, está adentro del área, ¡parece que va a patear! Mira el arco, ¡apunta! ¡Tirooooó! Lateral para el Aston Villa” (entra el comentarista) “López es el jugador que todos codician en Europa. ¡Qué definición! ¡Qué visión del juego!” (agrega el relator) “A ver, a ver. Parece que hay problemas… Si, si, ¡hay problemas!” (entra Ron Asvilla, desde el campo de juego) “Si, Michael. Es Ronaldo que le reprocha a López por no habérsela pasado a él. Parece que cuando López pasó cerca del brasilero le un gesto con la mano, pero todo quedó ahí” (continúa el relator) “Saca Ziege rápido para el arquero. El balón recorre el cielo de Londres y cruza la mitad de la cancha. Saltan Keane y Tacchinardi, la pelota deriva en Overmars pero le sale De Boer y le roba. Éste la tira larga para Ronaldo que encara al arco. ¡Va a patear! Pero, ¿qué pasa? ¿Está todo anulado? (entra el comentarista) “Cobró penal”. “Si, si, cobró penal” (confirma Jeff Villaton) “¿Penal para quién?” “Para el Aston Villa” (informa Ron Asvilla, luego sigue el relator) “¡Pero si nunca entraron al área! Bueno, a ver. La acomoda Milosevic. Barthez le dice de todo, pero Milosevic no entiende francés. Toda la hinchada canta y corea ‘El Aston es pasión, no me contradigan. El Aston es emoción, denme Buscapina…’. Se prepara Milosevic, toma carrera, tiroooó… ¡Palo! El rebote lo toma Claudio López que corre, corre, corre, corre. La pide Ronaldo por el centro. La lleva López, corre, corre, corre, corre… y se le acabó la cancha” (entra el locutor comercial) “¿Se cansó de que le rayen el auto en el estacionamiento del Villa Park? Estacionamiento privado ‘La Guardería’ (vuelve el relator) “Va a sacar Schmeichel. Pero, ¿otra vez hay problemas?” (Ron Asvilla) “Si, y otra vez entre López y Ronaldo. El brasilero le reclama al argentino porque no le tiró el centro” (el comentarista) “Uy, me parece que se van a las manos. ¡Qué cross de izquierda! La boca de Ronaldo está sangrando. Parece que le partió una de sus paletas. ¡Los veinte jugadores restantes tratan de separar! Pero Ronaldo ya se repuso y lo está corriendo a López, que está dando vueltas alrededor del arco. ¡Esto es un papelón! ¡Ronaldo se saca un botín y se lo revolea al Piojo, quien es derribado por el proyectil! Ahora logran contener al brasileño. Parece que las cosas se están calmando” (relator) “Recién ahora se acerca el árbitro. Parece que va a amonestar a alguien…” “¡Roja!” (interrumpe Villaton) “Roja para Ronaldo” (sigue el relator) “¡Qué vergüenza, dejarse llevar así! Ahí se levanta Claudio López. Está mareado. No se puede mantener en pie. ¡Pero también él es expulsado! ¡Ahora el Resto del Universo se queda con nueve! Vamos a estudios centrales…” (locutor de estudios centrales) “Resultado final en Argentina: Racing cero, Estudiantes tres. En el primer tiempo Sessa le atajó un penal a Bruno Jiménez. Ambos equipos terminaron con diez. Volvemos a vos, Michael”.


¿Cómo continuará este partido, luego de semejante papelón? Enterate en la última parte de esta apasionante historia.

(Fin de la parte 2)

(ver parte 1)

sábado, 9 de septiembre de 2017

EL PARTIDO DEL SIGLO (parte 1)

(Parte 1)

Aquí comienza una nueva emisión del programa número uno de la radio londinense, “Olfato Goleador en el Aire” (música de apertura), conducido diestramente por Michael Astonson (música de apertura), comentarios de Jack Villason (música de apertura), colaboran desde el campo de juego Ron Asvilla y Jeff Villaton (música de apertura), idea y producción de FyB Sports (baja la música)…

“Buenas noches, universo, yo soy Michael Astonson y hoy vamos a presenciar el partido del siglo: nuestro querido Aston Villa festeja las tres temporadas del manager Fernando Bechara enfrentando nada menos que al combinado del Resto del Mundo. ¿Qué digo del Mundo? ¡Resto del Universo! Pero no perdamos más tiempo y vayamos a las formaciones”. (Voz en off) Los once del Aston Villa, presentados por “Foquitos Dameluz Inc.”, en la voz de Ron Asvilla (aparece Asvilla): “En el arco Peter Schmeichel; en el fondo, como es habitual, una línea de tres: Ehiogu, Southgate y Ziege; dos volantes de contención: Draper y Keane; para la creación está Djorkaeff; por las puntas desbordarán Taylor y el que esta noche tendrá la cinta de capitán, Marc Overmars; y adelante, para definir, Milosevic y Kluivert. Vale aclarar, Michael, que como marcador central iba a estar Djetou, pero no hubo acuerdo aún para renovar su préstamo y no pudo estar presente en este partido”. (Contesta Astonson): “Pero aquí lo tenemos, en el estudio. Va a compartir el partido con nosotros. Pero lo vamos a presentar luego. Primero hay que presentar al equipo visitante”. (Voz en off): Por supuesto, Michael. Los once del Resto del Universo presentados por “Tambores para residuos tóxicos Arco Iris”, en la voz de Jeff Villaton. (Aparece Villaton): “Con el número uno Barthez; dos para Frank de Boer; tres para Maldini; el cuatro es Zanetti; con la cinco Tacchinardi; el seis Matthäus; siete Raúl; ocho MacMannaman; la nueve es para Ronaldo; diez Rivaldo y once Claudio López”. (Música de fondo, reaparece el locutor). Ahora vamos a una breve tanda (tanda publicitaria). “¿Cansado de que le rayen el auto en el estacionamiento de Villa Park? ¿Cansado de que le roben el estéreo? Estacionamiento privado ‘La Guardería’, a sólo dos cuadras del estadio. Estacionamiento privado… ‘La Guardería’… No le pidas plata a tu mamá para ir a la cancha: Créditos Personales ‘Hoy por ti, mañana por mi’ y no dependas nunca más de nadie… El verdadero placer de manejar: siéntase como en el Cielo, todo el confort (interrumpe el locutor): “Ya están los equipos en la cancha, también los árbitros. Parece que esta todo listo para que empiece el partido” (entra el comentarista Jack Villason) “A priori tenemos un gran partido, con nombres importantes de los dos lados. Uno tal vez tendría derecho a preguntarse por qué eligieron a ciertos jugadores y no a otros para el Resto del Universo pero, en definitiva, esto es un amistoso. Me hubiera gustado ver a Mpensa, o al turquito Mohamed, pero bueno, no se puede tener todo. Suponemos que el partido será abierto, ofensivo, generoso, pero puede pasar que haya achique, presión en el medio, mucha fricción. La clave estará en la calidad de los habilidosos... o en cómo los neutralicen los marcadores. Yo creo que los arqueros tendrán mucho trabajo, a menos que se limiten a verla pasar…”(retoma el locutor) “Muy esclarecedor, gracias. Pero está todo dispuesto para que se pongan en marcha los primeros cuarenta y cinco minutos, con el siguiente auspicio” (voz en off) “El verdadero placer de manejar: siéntase como en…” (interrumpe el relator) “Comenzó el partido. Saca el Aston Villa. Milosevic la toca para Djorkaeff. Éste se la entrega a Keane, el que lo marca es MacMannaman. La pelota va para Ziege, que se adelanta, pero le sale Zanetti y la tira al lateral…” (entra el comentarista) “Está claro el planteo ofensivo del conjunto local, que está cerca de la apertura del marcador. Aunque no hay que descuidarse, porque los de enfrente también son buenos”.


Sigan sintonizando esta electrizante transmisión radial!

(Final de la parte 1)

domingo, 20 de agosto de 2017

COSAS DEL DESTINO (parte 2)

(Parte 2)

El sábado, Cándido Palazzo les dio la mañana libre a sus jugadores, pero a las dos de la tarde todos debían estar en el club para quedar concentrados. La mayoría de ellos pasaron la tarde jugando al metegol y al truco. Luego cenaron y se acostaron temprano para acortar la espera. El domingo fue el día decisivo. El partido se jugaba en cancha neutral, pero como quedaba cerca del barrio del Deportivo Noche Oscura mucha gente se había llegado al estadio para alentar al equipo dirigido por Palazzo. Si lograban ganar obtendrían la posibilidad de jugar en el Torneo Regional, paso previo al Argentino y de ahí al Nacional B. Por eso eran muy comprensibles los nervios del técnico, quien no podía creer que un equipo dirigido por él estuviese jugando por algo.

Pero, como la fatalidad es amiga de quienes la llaman, decidió visitar al pobre Cándido Palazzo. Y es que, luego de levantarse bastante tarde, el juvenil estrella Aranguren ingresó al baño y no se lo volvió a ver. El técnico no hizo nada por averiguar qué sucedía porque no quería ser alarmista, pero lo cierto es que el Máquina no almorzó con el resto del plantel.

Cuando faltaban quince minutos para el comienzo del partido, Palazzo en persona ingresó al baño para buscar a Aranguren, quien se encontraba sentado en el piso, en un rincón, llorando a moco tendido: el joven se había despertado con un terrible ataque de acné y se negaba rotundamente a salir así a la cancha, frente a sus fanáticas.

Por más que intentó Cándido Palazzo, no pudo convencer al Máquina Aranguren, que cada vez lloraba más torrencialmente. Por fin se  le hacía la noche oscura al técnico, porque no pudo soportar los designios del destino y no supo responder a las necesidades del equipo, que hacía agua en la cancha. El Unidos Venceremos Fobal Club ganó por uno a cero y ascendió, con un gol digno de ser contado en otra historia, y la esperanza del Deportivo Noche Oscura de subir de categoría se vio postergada un año más. Pero esa fue la única oportunidad que tuvo don Cándido Palazzo de salir de la mediocridad.

Algunos memoriosos recuerdan a Cándido Palazzo como a un técnico sin suerte. Otros, en cambio, aseguran que era un mediocre. Cosas del destino.


(Final de "Cosas del destino")

(Ver parte 1)

domingo, 13 de agosto de 2017

COSAS DEL DESTINO (parte 1)

(Parte 1)

Algunos memoriosos recuerdan a Cándido Palazzo como a un técnico sin suerte. Otros, en cambio, aseguran que era un mediocre. Nunca había peleado por obtener un campeonato y tampoco había sufrido ante la posibilidad de un descenso. No había ganado ni perdido nada: siempre en la mitad de la tabla. Sus equipos eran sólo para rellenar. Salvo aquella vez que dirigió al Club Deportivo Noche Oscura.

El Deportivo Noche Oscura estaba peleando para llegar a la final de la Copa de Oro Venado Rengo, de aquella ciudad del interior, y para lograrlo enfrentaba en semifinales al Club Social de Ajedrez y Pesca. El técnico del “Aje” –como lo llamaban los hinchas- había dispuesto marcas hombre a hombre sobre los más hábiles rivales: Tito Troncoso, Beto Fierro y el Máquina Aranguren, un juvenil de 16 años que medía 1,98 mts. y pesaba más de cien kilos, pero tenía una gambeta incontrolable, incluso para él.

Cuando terminó el partido con victoria por 2 a 0 y clasificación a la final para el Deportivo Noche Oscura, Cándido Palazzo no lo podía creer. “¡Esta vez se te da, Palazzo!”, le dijo un amigo. Solo restaba derrotar al Unidos Venceremos Fobal Club el domingo próximo, en cancha neutral. 

Pero la pesadilla no tardaría en comenzar: durante el entrenamiento del miércoles, cuando se internaba en el área y apuntaba para disparar al arco, Beto Fierro cayó como fulminado por un rayo. Inmediatamente corrieron a auxiliarlo pero era inútil, Fierro se había fracturado el tobillo al introducir su pie en un hormiguero de considerables dimensiones que el cuidador de la cancha no había detectado. El pobre delantero fue trasladado al Hospital Regional de Obtusos, donde le informaron que no podría volver a jugar al fútbol por unos cuantos años. La noticia no afectó el humor de Cándido Palazzo, quien se negaba a pensar que otra vez la suerte le pasaría de largo.

Pero el jueves, el Destino le daría un nuevo mazazo en la nuca. Tito Troncoso habíase escapado de la concentración para festejar el cumpleaños de una amiga. Habían bebido mucho y luego recorrieron las calles de la ciudad en el auto de ella, a alta velocidad, culminando la loca carrera contra un patrullero. Troncoso pasó la noche en la comisaría y el Juez dictaminó que pasaría los próximos tres meses en la cárcel, lo cual lo marginaba automáticamente de la final. Ahora las cosas empezaban a complicarse. Ese día, Palazzo dio por finalizado el entrenamiento bastante temprano. Eran dos bajas importantes, pero no se dejaría vencer por los contratiempos. 

El viernes fue un día muy promisorio, pues el técnico encontró un planteo táctico muy novedoso con el que ya no necesitaba ni a Fierro ni a Troncoso, aunque ahora la mayor parte del éxito dependía del juvenil Aranguren. Y si de éxito se trata, nadie como Aranguren para hacer suspirar a las muchachas del pueblo, que acudían por miles a presenciar los entrenamientos del Deportivo Noche Oscura para ver al Máquina acomodarse su enrulada cabellera luego de cada cabezazo, de cada pique, de cada pase… Las chicas, agolpadas contra el alambrado, le gritaban cosas obscenas y groseras de tal calibre que ni los operarios de la metalúrgica local se atrevían a usar. Lejos de molestarse, Aranguren alimentaba su ego, aunque era muy custodiado por su madre quien no lo dejaba ni a sol ni a sombra.


¿Será esta la oportunidad de Palazzo para redimirse? ¿Podrá el joven Aranguren cargarse el equipo al hombro para obtener el ascenso? 

(Fin de la parte 1)

sábado, 5 de agosto de 2017

UNA ARDUA TAREA (parte 2)

(Parte 2)

Pero la esperanza fue exterminada, cual cucaracha pisoteada, desde el primer entrenamiento. Estaba muy claro que Somalia no conseguiría ningún logro futbolístico. 

Y ahora estaban en la cancha, los once titulares (los suplentes eran igual de malos, pero alguien tenía que ser titular), jugando contra Omán. Éstos eran tan malos como los africanos y fue por eso que Apparente insistió para jugar contra ellos. El partido era muy pobre, jugado a puro pelotazo hacia la tribuna. Si el técnico hubiese prestado atención habría descubierto en las tribunas a más de un arquero mejor que el que defendía los colores de la selección, pero estaba preocupado por lo que veía en la cancha. Con el correr de los minutos se hacía evidente que iba a ser necesario un milagro para que el partido no terminara sin goles, porque aunque los errores defensivos eran muchos y muy gruesos, los delanteros parecían tener puestos lo botines al revés. Es decir, con los tapones para arriba.

En las tribunas, la gente coreaba: “En-glen-gue, En-glen-gue” y por un instante Hermético Apparente dejó de ver el partido y pudo escuchar al público. Muy intrigado, le consultó a su ayudante de campo qué era lo que la hinchada decía. 

–Piden a Englengue, jefe –respondió.

Pero justo el árbitro cobró un penal a favor de Omán y entonces Apparente volvió a concentrarse en el partido: el número nueve de Omán era retirado en camilla con una fractura expuesta de tibia y peroné. Pero ni siquiera de penal podían convertir.

El partido terminaba, sin goles, pero la gente igual cantaba. Aún coreaban “En-glen-gue, En-glen-gue” y entonces Apparente le preguntó a su asistente quién era Englengue. 

–Fue la figura de la selección en la última Copa de África –le refirió el ayudante.

–Y, ¿cómo puede ser que yo no lo haya visto jugar? –se indignó eltécnico.

–Porque tiene 68 años y juega en un club de barrio.

Ante la sorpresa de Apparente, un viejito con bastón se acercó al banco de suplentes: era Englengue. Tenía puesta la camiseta azul celeste de la selección y quería jugar. El técnico no lo podía creer, pero lo hizo entrar.

La tribuna estalló de alegría cuando el anciano del bastón se estacionó en el área rival, con tanta suerte que un centro fue a rebotar en su cabeza y terminó en gol. Luego lo llevaron en andas. El partido no había terminado, pero a nadie le importó: todos se fueron a festejar, incluso los jugadores.

Al día siguiente, bien temprano, Hermético Apparente renunció.


(Final de "Una ardua tarea")

(Ver Parte 1)

sábado, 29 de julio de 2017

UNA ARDUA TAREA (parte 1)

(Parte 1)

El último año en la vida profesional de Hermético Apparente había sido un rotundo fracaso. Luego de, apenas, dos jornadas del campeonato local, Apparente había sido removido de su cargo como director técnico de la Entidad de Deportes Varios y Balompié sin ninguna explicación y los meses pasaron y pasaron sin que recibiera ninguna oferta laboral. Pasaron las fiestas, austeras, cambió el año y también su suerte: Hermético Apparente era tentado para dirigir a la selección nacional de Somalia. La idea era hacer un buen papel en la Copa de África y para las eliminatorias del Mundial se vería después.

El contrato firmado lo ligaba por dos años, renovable de acuerdo a los resultados, y recibiría –a cambio de su trabajo– una cifra importante. Al menos lo era comparada con lo que recibiera el año anterior.

Lo primero que hizo fue trasladarse a Mogadiscio con su familia, para instalarse en la casa que le asignó la Federación Somalí de Fútbol. Luego comenzó a asistir a los partidos oficiales: recorrió todas las canchas y vio a todos los equipos, los dieciséis que existen. Así fue que llegó a la conclusión de que el objetivo planteado no iba a ser fácil de conseguir. El nivel de los jugadores era peor que bajo: no tenían técnica, eran desordenados en el juego colectivo, su estado físico era deplorable y eran tan ingenuos como es humanamente posible. Como contrapartida, tenían unas ganas y un empuje dignos de admiración. Y sin llegar a la mala fe, jugaban muy fuerte. Tenían un record nada envidiable de un jugador fracturado por fecha del campeonato local, y cuando jugaban partidos a nivel continental eran muy temidos –literalmente– por sus rivales. Y, además de todo, la mayoría de los clubes tenían un promedio de edad bastante elevado y era muy normal que los jugadores siguieran en actividad hasta pasados los cincuenta. Por supuesto, no había ningún jugador somalí participando en las ligas de primer nivel (España, Italia, etc.) lo cual era muy justo.

En dos meses, la selección dirigida por Hermético Apparente ya estaba afrontando su primer compromiso: un amistoso contra la selección de Omán, en el estadio CONS de Mogadiscio. El público había colmado las gradas, pues las entradas eran gratuitas, y desde antes del comienzo del partido cantaban y golpeaban instrumentos de percusión desenfrenadamente: más que con una batucada podría compararse con una macumba. Hermético Apparente se impresionó mucho ante ese espectáculo y pensó –ni por primera ni por última vez–: “¿Qué hago yo acá?”. Igual que cuando empezaron los entrenamientos, hacía veinte días. Le había costado pero había logrado decidirse por veinte jugadores. Apparente tenía la esperanza de que, alejándolos de la chatura general, podrían llegar a aprender algo.


¿Logrará don Hermético formar un verdadero equipo y obtener resultados positivos?

(Fin de la parte 1)